Por Ignacio Gatón
Cada día se sirven millones y millones de huevos fritos en los hoteles y restaurantes de todo el mundo.
Todos estos huevos son frescos, ya que pese a los intentos que ha
habido, la estructura del producto hacía imposible congelarlos, hasta
ahora. La empresa vitoriana Food Style ha presentado hoy su
proyecto de huevo frito congelado, un producto que ya ha comenzado a
comercializarse y que cuenta con pedidos de 100.000 huevos al mes ya asegurados.
El producto, que está ultracongelado y se puede descongelar en cuatro minutos en un horno de vapor, está destinado principalmente a la hostelería y su objetivo inicial es producir 300.000 huevos fritos al mes, aunque aspira a superar el millón de huevos diarios. Javier Yzuel presentó el pasado 28 de marzo la patente de este producto ultracongelado, que permite conseguir una textura de huevo recién frito, con una yema no líquida pero sí cremosa.
Hasta ahora, pese a los diversos intentos, nadie había conseguido un
producto que supere las exigencias de los clientes. Con este producto se
busca que los hoteles y los locales de restauración puedan reducir los
costes del producto y al mismo tiempo reducir el trabajo. Además queda totalmente garantizada la seguridad alimentaria, según ha certificado la empresa vitoriana Adesa, mediante un proceso de ultracongelado inmediatamente después de ser cocinado.
Producción en Larragana
Food Style ha iniciado ya su producción en el Polígono Industrial de
Larragana y ha creado seis puestos de trabajo. De momento cuenta con
contratos firmados para el suministro de 100.000 huevos fritos al mes.
Pero además varios inversores han mostrado ya su interés por entrar en
el capital de la empresa alavesa. Ello le permitiría ampliar la planta,
hasta acabar produciendo más de un millón de unidades diarias.
Javier Yzuel ha asegurado que su objetivo es realizar las compras de
huevos a proveedores de su entorno, lo que provocará un incremento y un
impulso del sector avícola. “Todas las empresas que han colaborado son
vascas y el 80% son alavesas”, ha insistido Yzuel.
“La clara tiene un 98.5% de agua y la yema es proteína pura y, aunque
en teoría no se puede cocinar, yo me empeñé en buscar la solución”. El
objetivo se ha conseguido tras numerosas investigaciones y muchos años
buscando algo que parecía imposible: “Hay una montaña rusa de
oscilaciones de temperaturas y, una vez que el huevo está descongelado,
tiene una vida útil de 24 horas”.
El huevo se descongela en un horno de vapor en apenas cuatro minutos y medio,
y por ello está destinado a grandes establecimientos. También es
posible descongelarlo en el microondas o durante cuatro horas en la
nevera. Además todos los huevos fritos tienen la misma textura y son
exactamente iguales, según ha confesado Yzuel.
Publicado en Gasteiz hoy
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