La canciller alemana, Angela Mekel, anunció hoy que su gobierno responderá con dureza al escándalo de distribución y tratamiento de carne caducada, en el que están implicadas cada vez más empresas en Alemania.
"Nuestro lema es el de la 'tolerancia cero' con quienes pisotean la confianza de los consumidores", dijo Merkel en su primera intervención parlamentaria desde que asumió la jefatura de gobierno la semana pasada.
Merkel dijo que el "terrible escándalo" de comercio de carne caducada que angustia desde hace semanas a la opinión pública alemana no permitirá al gobierno "estar tranquilo hasta que no se hayan subsanado todos los puntos conflictivos". Si la situación no se aclara con rapidez, "la industria alimenticia lo va a tener muy difícil", añadió la canciller.
Hasta ahora se han confiscado en todo el país más de un centenar de toneladas de carne en estado de putrefacción preparada para ser comercializada en forma de salchichas, embutidos y otros productos, simplemente falseando la etiqueta con la fecha de caducidad.
Carne caducada: ¿a diario en el supermercado?
Las autoridades sanitarias regionales informan a diario de nuevos casos, lo que ha llevado a algunos expertos a sospechar que existe un fraude sistemático en el que incluso podrían estar implicados los propios controladores, aunque el gobierno sigue sosteniendo la tesis de que se trata de casos inconexos.
Según los expertos, la presión de los precios dentro del sector alimenticio es tal, que para muchos la única forma de subsistir es comerciando con carne de baja calidad e incluso incurriendo en delitos contra la salud pública.
El mismo ministro de Agricultura y Protección del Consumidor, Horst Seehofer, de la Unión Cristianosocial, no quiso excluir la posibilidad de que la venta de carne en mal estado camuflada en productos derivados sea una práctica habitual dentro de la industria alimenticia. Si este es realmente el caso, dijo el ministro en declaraciones a la segunda cadena alemana de televisión pública ZDF, el escándalo adquiriría "otra dimensión".
Seehofer, según informa la agencia de noticias alemana DPA, tiene previsto presentar un programa inmediato de diez puntos para atajar el problema. Expertos del Estado central y los estados federales, que tienen buena parte de las competencias en alimentación, acordaron ya mejorar la cooperación en el control de los productos alimentarios.
Más de 120 toneladas de carne en mal estado fueron incautadas en los últimos días en Alemania. Las autoridades dicen que puede ser sólo el rabo de la vaca. Entre los consumidores aumenta la inseguridad.
Hasta el fin de semana se hablaba en Alemania de unas 60 toneladas, pero las autoridades descubren cada vez más casos. El truco es simple: la carne con fecha de vencimiento pasada es reetiquetada y devuelta a los circuitos de mercado.
Los casos descubiertos de carne descompuesta en ciudades donde los controles bromatológicos son estrictos, arrojan la pregunta de qué puede suceder en lugares y situaciones donde la supervisión es más laxa. La energía criminal de los mayoristas de carne, en todo caso, mantiene en vilo a la población alemana.
En un allanamiento llevado a cabo el viernes, la policía incautó, además de la carne, abundante documentación. La mayor parte de la carne se sacó de circulación en Hamburgo y Baja Sajonia, pero también se han detectado casos en la cuenca del Ruhr. Las autoridades hablan de una "mafia de la carne".
La carne va y viene
El principal sospecho en el escándalo de la carne es un mayorista de la ciudad de Gelsenkirchen que tenía contactos comerciales con el Este de Europa. De acuerdo con los resultados de las investigaciones hasta ahora, el comerciante dirigía sus negocios desde un hotel. Efectivamente, la dirección postal del hotel coincide con la de la empresa de exportación e importación de carne.
La mayor parte de la mercadería iba a dos establecimientos de elaboración de carne de la ciudad, que con ella producía chorizos y "nuggets" de ave. Las existencias de las empresas fueron incautadas en su totalidad y se hizo un llamado a comercio minorista a devolver partidas compradas. Una parte de la carne estaba destinada para su exportación a Rumania.
En otros casos, empleados de empresas que sabían de las manipulaciones echaron a rodar los procedimientos, si bien en forma anónima, para no poner en peligro sus puestos de trabajo. Lo llamativo es que las empresas afectadas habían sido controladas asiduamente en los últimos tiempos. La explicación: cuando llegaban los inspectores se tomaban rápidamente medidas para que éstos no notaran nada.
"Un desagradable olor"
Un vocero del municipio de Gelsenkirchen aseguró hoy que los casos registrados en la ciudad no suponen peligro para la población. Según los expertos, la carne hallada expelía un desagradable mal olor, pero no llegaba a representar un peligro inmediato para la salud. Detalles no fueron mencionados, para no poner en peligro las investigaciones.
En un establecimiento mayorista de carne de la ciudad fueron incautadas 60 toneladas de carne, entre bife vacuno y carne picada de pavo. Casi una tonelada de la misma carne había sido comercializada ya en Hamburgo.
Las autoridades de Hamburgo buscan ahora otras diez toneladas de la misma partida, que se supone también llegaron a la ciudad.
Se exigen penas más severas
Ya a fines de octubre, inspectores había hallado en la misma Gelsenkirchen unas tres toneladas de carne de bife, cuya fecha de vencimiento estaba ya pasada, pero había sido prolongada un año más por medio del manido recurso del reetiquetado.
Hace sólo unos pocos días atrás, un establecimiento cárnico de Cloppenburgo, en el Estado de Baja Sajonia, había sido ya clausurado por haber vendido carne de ave descompuesta. La Fiscalía lleva adelante investigaciones por fraude y violación del derecho alimentario. En otras palabras, parece que los manipuladores no quieren aprender.
El ministro de Protección de Consumidor del Estado de Renania del Norte-Westfalia exigió severas sanciones para los mayoristas implicados. Además, agregó, debe estudiarse hasta qué punto deben promulgarse leyes más severas, porque "evidentemente las condenas previstas no son lo suficientemente disuasivas".
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